3 may 2015

MÍA


Ese silencio tuyo me interroga,
me eleva hasta tu cielo y me enloquece
y tu voz,
tu voz me da la vida.

Escucho en mis latidos tu silencio
y el murmullo armónico de tu preciosa voz.

Me esperan tus labios de miel y de antojo,
esperan los míos tu rubor que me da la dicha
en el espacio tenue en que te quiero,
en el jardín bendito de tu vientre...

Te amo a media luz y a toda hora
mientras se entrecruzan nuestras voces virtualmente
desde la distancia que no puede separarnos.

Te esperé en la noche y en el día,
para verte llegar,
para verte sentir el aroma de las flores
que son bellas gracias a ti,
madreselva primaveral, belleza pura.

Dije tu nombre y me llené de infinito...
y me dejaste viajar por tus recodos sublimes
saboreando con mis dedos tu dulzura