1 dic 2013

MADRE


Madre,
no hay lágrima amarga
que por mí no hayas llorado…
No hay hora de sueño mal soñado
que mi inmadurez
no haya recaudado de tu calma.

Y hoy, lejos de esas caricias matinales
extraño tus palabras acertadas
de santa, de sencilla, de docta: de madre;
suspiro esas palabra
que mi inquietud no quiso escuchar.

Madre amada
extraño tus caricias,
tu regazo
tu voz angelical
y esa manera tan dulce
que me llevó a ser el hombre que ahora soy.


25 feb 2013

EXPIACIÓN



He revivido otra vez
la huella de tus besos
y el esmero de tu inquietud
sobre las sábanas efímeras
de nuestras vidas pasajeras
y la pena me ha repuesto tu silueta…

Te he dibujado en mis recuerdos
sumiéndote sensual
en el latido inconmovible de una risa
y mis latidos imperfectos
me dan esta expiación.