14 may 2010

MARCOS BALLÓN AGUINADA, EN ESPEJO DE PAPEL, NUEVAMENTE

De nuevo, Marcos Ballón, nos hace llegar sus escritos poéticos, que intentan ser una elucidación de los latidos de su alma. Y por más conocimiento que alguien tenga de una lengua, estos intentos por contar lo que uno siente, se tornan inefables.
El uso que hace del idioma, nuestro joven poeta, es elemental y hasta coloquial, sin embargo, cada uno de sus versos, conllevan sentimientos que los ha tratado de traducir a un enunciado ininteligible, capaz de releerse, ojalá de evocar similares sentimientos como los que han originado su creación, estos versos han sido esculpidos para ser sentidos, antes que comprendidos, porque como ya se dijo en ediciones anteriores, “son razones que la razón no entiende”.
Nos complace leer estos versos de la emoción, y recordamos a todos nuestros alumnos, que este cuadernillo literario ha nacido para ser la voz de esas emociones que anidan en nuestras vidas.

FLOR NACIENTE

No te advertí entre las flores…
mirando al sol
comprendí mi lugar.

Bajé mi mirada al mar calmo
y silencioso admiré la inmensidad
y la añoranza anidó en mí.

Sentado contemplé
cómo se rasgaba el cielo
y el primer haz de luz matutino
me señaló tu morada.

No comprendiste
mi mirada al acercarme,
te escogí entre las demás flores,
no para adornarme,
sino para verte crecer,
y al crecer mi intención comprendiste
y echaste raíces
en este amor exclusivo para ti.

Hoy mi flor, te digo: te amo,
no porque quiera,
sino que el quererte
me ha llevado a amarte.


MUERTO AL FIN

Incitado por la ausencia de tus besos
retorno al valle de la muerte,
ahí, donde el firmamento
no me muestra sol ni luna,
donde nada me hará recordarte,
donde el frío congelará
todo vestigio de afecto.

En este valle tanático
me quedaré sin esperarte,
sombras difusas me rodean,
mi soledad seduciendo,
y rechazo la oferta
de sacarme de la monotonía mortal,
las rechazo porque prefiero el olvido
en este desierto estéril,
que al menos me asegura una morada,
a ir volando por sueños efímeros, irreales.

Moriré, es mi única certeza,
lo tengo preparado todo,
nadie me verá,
no asistirás
a la descomposición de mis sueños,
ni a la putrefacción de mis recuerdos.

Ya se oscureció todo,
enterrado metros bajo tierra,
la resignación de no volver a verte
muere conmigo.


RESCATADO

Siento tu mirada punzante,
que desea herirme de muerte,
para verme yacer
y ser devorado por injurias pasadas.

En la agonía veo acercarse a Caronte,
que me llevará donde quieres que esté,
donde el odio eterno de tus palabras
serán armas con las que espera
Hades para iniciar mi eterna tortura.

No quiero defenderme,
no caeré en tu pecado, te dejaré ser.

Le grito que se apure el barquero,
y aparece ella, vestida de aurora,
me sana y fortalece con su mirada,
me tiende su bella mano.

Esos ojos celestiales, esa sonrisa refulgente
¿quién eres, para rescatar a un Caín vencido,
para ofrecerme el privilegio,
de contemplar tanta belleza?

No dices nada, solo me miras compasiva,
y lentamente te vas,
desapareces con los últimos rayos de sol.

Y clamo a los dioses
que te envíen el mensaje de un resucitado,
que me regales tu nombre,
y una brisa suave, enviada por la compasión de Eolo.

Me dices espera el Alba.

Horas infernales, demonios que acicateaban
la desesperanza, mueren con el destello de tus ojos.
besas mi frente y musitas que encontraré tu nombre
siguiendo el camino de los amantes
que resignados por el amor negado,
retornan de sus cenizas para volver a creer.


MI SER CLAMA A TI

Te amo con la fuerza con la que mis ojos
buscan la belleza, la Luna en noche negra,
tu rostro en un mar de estrellas.

Te amo con la fuerza con la que mi piel
busca la pasión del roce fresco de tu piel,
te amo con la fuerza con la que mis oídos
desean escuchar la verdad,
la naturaleza cuando canta
y el llanto silencioso del orgullo.

Te amo con la fuerza con la que mi olfato
busca el aroma de las flores,
el aroma de tu piel tostada
y el sudor de tu esencia febril.

Te amo con la fuerza con la que mi paladar
busca saborear el alimento reservado a los dioses,
aquel manjar deseados por mortales,
ubicado al borde de tus labios.

Te amo con la fuerza con la que mis cinco sentidos
desean vivir clamando la totalidad de tu cuerpo.


ÓDIAME, PERO NO A MIS RECUERDOS

La eternidad no alcanzará
para pedirte perdón,
mis esfuerzos pueriles
no mitigarán tus tristezas;
mis lágrimas
no conmoverán tu corazón endurecido,
envenenado por aquellos dardos.

Me odias, eso me dices
y duele mi coraje.

Se incinera mi alma
en la hoguera del arrepentimiento
y se aviva con tu inclemencia
al mirarme sin piedad.

Haz roto los recuerdos que atesoraba,
los errores que cometí fueron los infractores,
y los miras con desprecio, les quitaste su valor,
y yo los recojo, los trato de juntar, pero están maltrechos;

Tienes razón al odiarme, al olvidarme…
acepto con sumo dolor todo eso,
pero por favor, no fustigues mis recuerdos,
no rompas lo que más adoro,
porque en cada recuerdo estás presente,
y aunque lejos estés de mí,
siempre los miraré y cantarán para mí…


AYER

Ayer te tuve entre mis brazos,
estabas despojada de vanidad,
solo te adornaba la inocencia
de tus ojos negros estremecidos.

Ayer veía caer del cielo, ángeles
corrompidos por la envidia
que les provocaba tanto amor.

Ayer te entregué mi pasado,
como tú, tus miedos
y nuestras miradas
traspasaban nuestras almas diáfanas
que ansiosas esperaban
su fusión en el deseo…

Ayer, sí, ayer, te tuve entre mis brazos
y me estremezco al pensarte, lejana…
conjuro al destino,
nos funda de nuevo, como cuando ayer
te tuve cerca de mi alma.


HACER QUE PIENSES EN MÍ

Hacer que pienses en mí,
es cambiar el rumbo de la Tierra,
cambiar las estaciones y los meses,
prolongar los segundos y vestir al alba.

Hacer que pienses en mí,
es convencer al odio que ame,
es decirle a Dios que nos deje de amar,
es decirle al cantor que ultime a su musa.
Hacer que pienses en mí,
es ordenar al Sol que no se oculte
y a la Luna que no me haga llorar,
y a mi soledad que me deje solo.

Hacer que pienses en mí,
con el dolor que me produce admitirlo,
no puedo,
pero no me alejaré,
porque si no puedo hacer que pienses en mí,
por lo menos pensarás
en lo que es el verdadero amor.
Visita el blog del autor:

6 may 2010

MATER

Este curioso día, me siento sumamente emocionado, y la ternura me invade de pronto, porque tengo que dirigir estas palabras cargadas de afecto y simpatía al ser más sublime que Dios ha puesto junto a nuestras vidas, como muestra de que él está entre nosotros: ese ser excelso es la madre.

Madre, no hay sobre la faz de este mundo, un idioma capaz de expresar tu valor, tu belleza y tu ternura más que el lenguaje divino del amor.

Madre, tus brazos siempre estuvieron abiertos cuando aspiré una caricia. Tu corazón y tu humildad siempre intuyeron cuando necesité a alguien a quien confesarle mis alegrías o mis penas y viniste a mi encuentro con una sonrisa que me devolvía la calma. Madre, tus ojos tiernos se endurecían cuando me hacía falta una lección. Tu amor infinito y tu paciencia me guiaron, y me dieron alas para volar.

Hay instantes en la vida, en los que uno se maravilla con las obras que Dios ha creado y hoy, precisamente es uno de esos momentos, este día detenemos nuestra andanza para cantarle a ese ser impregnado de divinidad y de ternura, a ese ser que arriesgando su vida nos trajo a este mundo: nuestra madre.

Madrecita, eres el único ser en este mundo que siempre está pendiente a mis necesidades de manera incondicional.
Si te olvido, me perdonas.
Si me equivoco, me defiendes.
Si no puedo con los demás, me abres una puerta.
Si estoy feliz, te alegras conmigo.
Si estoy triste, no sonríes hasta hacerme sonreír.

Eres el regalo más grande que me ha dado Dios.