Hoy vi morir el Sol
a la vera del camino,
latiendo inesperadamente a prisa
buscándome yo mismo.
Y tardaba tu llegada,
entonces vi tu luz resplandeciente
entonces vi tu luz resplandeciente
y mis latidos sosegaron.
Caminé junto a ti
buscándonos los dos
y nos miramos fijamente
bajo el velo de la noche que asomaba.
Luego de un café y un beso
te desnudé mi alma
y te mostré mi corazón
que en cada palpitar dice tu nombre.
Mientras el minutero avanzaba
y nuestros ojos recordaban
nuestro primer beso…
Entonces se apagó mi voz
en un adiós acompasado
y la noche nos cubrió de paz
y un beso apasionado
selló nuestro hasta pronto…