28 nov 2014

POR TI


Todo empezó a latir
con esa imaginaria risa
que tú me prometiste.

Todo empezó inusitadamente
con la ternura devota de mis sueños,
que hoy la realidad agrieta.

Tú por tu rumbo
y yo en mi nostalgia
que agolpan tus recuerdos.

Pero eres mía sin ser mía,
y no nos tuyo, siendo tuyo:
somos lo que somos, otros.

Quería la estentórea risa prometida
que nunca tú me concediste
en una noche de ardor inmaterial
pero me diste tu silencio
y hoy mueres con esta noche.


27 nov 2014

EVA


¿Qué dios te moldeó
con sus etéreas manos,
qué espíritu en bondad
infundió su hálito vital
sobre tu intacta forma?

¿Qué luz pudo alumbrarte
si brillas cual estrella,
qué aurora te anunció
si eres desde siempre?

Cuando la noche cae,
me ofrecen tus pupilas
el fruto prohibido y palpitante
que me induce a la vida:
¡Nuestra vida!

Y vago, errante y taciturno
por el edén prohibido de tu vientre,
poblando de simientes inefables
los surcos virginales de tus sueños.


24 nov 2014

MÍA



 A Mónica Madrid

Hoy desperté pensando en ti
envuelto en lapsos de ardor,
saboreando aún
el beso que no nos dimos,
recordando esa tibia noche
que atestiguó mis cuitas,
porque no eras mía.

Y con solo recordarte así
se esfumó el dolor de mis heridas
y siento latir mi vida
porque tú estás aquí.
porque soy otro en ti,
gracias mujer,
porque sin ti no existo.


22 nov 2014

IN MEMORIAM

               
                                              
En memoria de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa.




Me duele 43 veces Iguala,
(elevado a la potencia),
el dolor de tus huesos,
y  43 veces 7 elevo mis suspiros
al infinito mudo de esta noche
manchada de ausencia,
mientras me calzo estos versos…

Ay, Iguala…
centuplicado hiere este dolor
la ausencia en el regazo familiar;
y siento acrecentarse tanta angustia
en mi carne distante.

Y a pesar que mil vía crucis pagan,
no hay dolor que lacere más,
no hay llanto que calme la memoria;
y corren por mis venas paternales
la sangre fraternal de esos hermanos
y lloro desconsoladamente estos versos.

 


MANIFIESTO MÍNIMO


                         A Mónica Madrid

No tejo mis versos empíricos 
para una mujer, sino para la mujer;
no describo a la belleza de nadie,
sino a la belleza infinita;
no expongo mi interior a ningún amor,
sino al amor en su máxima expresión;
no amo una utopía,
amo a un ser infinito
que a menudo me devuelve la paz,
esa sí eres tú.

21 nov 2014

LIBRE

Esa voz rasgó tu paz
y la de los nuestros,
sepultando mi fe
en lo profundo de una duda.

No importa el presagio,
total late mi pecho
con el mismo ritmo que ayer
y nuestros besos de antaño
siguen ganándonos un lugar
en el cielo erigido con mis manos.

18 nov 2014




Guardiana de mis bosques
mujer de otros regazos
piel de algún sueño inusitado
caricia juvenil, tú…

La emisión refulgente
de tu mirada virginal
destella la senda
de estos callados días,
de esta añosa soledad
que en compañía de mis penas
duele menos que ayer.

Y tú, musa celeste y clamorosa
con tu piel de eterna madreselva
aspiras la inquietud amedrentada
de las almas que divagan insomnes
por este valle lacrimoso
en pos de algún consuelo no soñado.

17 nov 2014

PASIÓN ACTIVA


Recorro entre espejismos tu olor
recobrando esas distancias,
y me visto de tu perfume maternal
entre suspiros y llantos ilógicos.

Y trepida mi ser a toda prisa
y amenaza estallar mi espíritu
y mi ayer se agolpa en mi pecho,
rememorando una caricia mustia  
añorando tu piel tersa y bella.

Mas, no hay pena 
que no amarte locamente
como te aman mis horas recorridas
y te arrulla el viento de mis noches
a muchos años luz de una caricia.



3 nov 2014

A FIDEL FLORES

Óleo de Fanny Palacios Izquierdo (Perú)

Ay, Fidel, me llagan tus heridas,
me ensordece el impacto aterrador
del estampido que apagó tu existencia.

Me arrastra el dolor de tus deudos
a este manojo de versos lacrimosos,
como los frutos de tu ser
pisoteados con botas y metrallas.

Y me duele, Fidel,  hondamente
el dolor soberano de tu injusta muerte.

Cómo laceran mis sueños tus quejidos,
las huellas de los borceguís asesinos
que estallan en mi rostro en el tuyo
y dejo una oración resbalar de mi impotencia
esperando que la sorda justicia
oiga el grito mudo de tu apagada voz.