Nunca mis ojos han llorado otro llanto
que el dolor inmisericorde de tu ausencia,
y del silencio inesperado cuando un día
creí tenerte de nuevo entre mis brazos…
que el dolor inmisericorde de tu ausencia,
y del silencio inesperado cuando un día
creí tenerte de nuevo entre mis brazos…
Y hoy que mi ardor desatinado
ha invadido esta añosa paz,
pensando en ti,
en el beso aún no dado,
porque besé tus labios una tarde
con besos que arrebaté a tu silencio,
ha invadido esta añosa paz,
pensando en ti,
en el beso aún no dado,
porque besé tus labios una tarde
con besos que arrebaté a tu silencio,
hoy creo más en ti,
en el vaivén incesante de tu risa
en tus pupilas de niña candorosa
que me hicieron tuyo para siempre.
en el vaivén incesante de tu risa
en tus pupilas de niña candorosa
que me hicieron tuyo para siempre.
Y fui feliz de nuevo,
imaginándote oportuna
dibujando la elipsis de tu cuerpo maternal y puro,
porque he nacido para amarte de este modo:
en silencio,
a la distancia,
entremezclado en mi sufrir,
pero amándote
con mi alma que es tuya eternamente:
te pertenecen mi hoy y mis recuerdos…
imaginándote oportuna
dibujando la elipsis de tu cuerpo maternal y puro,
porque he nacido para amarte de este modo:
en silencio,
a la distancia,
entremezclado en mi sufrir,
pero amándote
con mi alma que es tuya eternamente:
te pertenecen mi hoy y mis recuerdos…