sino también en mi alma,
hoy el frío inmisericorde
no solo carcomió las murallas
sino también mi pena,
mi soledad infinita,
mi verso adolorido
y me dejó esperando
la señal de tus pupilas...
Hoy la lluvia dibujó en mi memoria
la humedad de tu piel
el temblor de tu mirada
entre mis manos
y me acordé que somos otros
vagando cada quien rumbos distintos
bajo la misma lluvia.
Y permití que el viento de esta tarde
esfume de mis ojos tu recuerdo...