18 mar 2019

VÍA LÁCTEA

Óleo del pintor amazónico Gino Ceccarelli.

Sustentas mis latidos con tu esencia
y dejas que fluyan por mis labios
el néctar infinito de la vida,
fuente inagotable de los ríos
que discurren ávidos por el mundo
concediendo lo que insinúan tus ojos
madre de las aves radiantes,
de las sempiternas flores
que pueblan todo lo creado.

Somos producto del camino
que tus manos copiosas alimentan
por donde transitan nuestros sueños
hacia el edén prometido de tu vientre
maternal estela que guía nuestros pasos
por la inefable senda de la vida.

Madre eterna, dadora de esperanzas
deja tu savia el rumbo ya marcado
por donde hemos de perseguir 
esos suspiros y utopías prometidas.