3 ago 2024

 



No fue el azar,
es a costa de quererte
que nuevamente he vuelto
a enrolarme en tu camino.

No llames casualidad
a este desafío,
al cúmulo vivido
que de repente agolpa
el sueño de tenerte…

Al pánico que turba este sosiego,
llámalo exaltación inmiscuida,
por el miedo y el deseo de tenerte,
pura y virginal, tal como eres,
me grita que tan solo soy humano.

Después de tantos años transitados
y de haber corrido agua bajo el puente,
hoy vuelven mis latidos a sentirse
súbitamente inquietos por tu risa…

Y dejo que mis añosas manos
recorran toscamente 
los misterios de la poesía 
que contiene tu nombre
para verte feliz de nuevo
sabiendo que te amo...
y de repente,
despierto dialogando con mi angustia…