28 nov 2007

HAROLD ALVA, POETA Y AMIGO, HABLA DEL FUTURO LIBRO DE "ESEJO DE PAPEL"


A propósito de un libro escrito honestamente


Escribir poesía en un país como el nuestro, es un reto. Publicar poesía en una ciudad como Lima es casi una locura, locura doble si tomamos en cuenta que casi nadie compra libros de poemas, de allí que lo que se publica, generalmente, se obsequia a los amigos, o a los que también, como nosotros, escriben poesía. Sin embargo, hay un acto que va más allá de todo concepto, algo que, a sabiendas de todo lo dicho, practican, aún, personas apasionadas por este oficio: promover la escritura. Este es el caso del profesor Amado Muñoz, y de quienes han colaborado para materializar este libro. Amado Muñoz conoce lo difícil que es insistir con esto, soy testigo de las satisfacciones y de las desilusiones que ha vivido por impulsar este tipo de iniciativas, sin embargo, él está allí, de pie, firme con su convicción de incentivar a los más jóvenes por descubrir y descubrirse con el antiquísimo acto de poetizar.

Desde Lope de Vega hasta los hermanos Machado, desde el genial Víctor Hugo hasta Darío, desde el venerable Whitman hasta el temperamental Allen, o desde nuestro Vallejo hasta los jóvenes que en este preciso momento están desgarrándose con el parto de algún verso, los promotores de esta actividad han sido fundamentales, sin ellos como verdaderos devotos de una santidad cuya gloria se expresa sobre una, aparentemente, diminuta página, nuestros poetas, si bien habrían escrito, permanecieron –permanecen- firmes porque tuvieron la certeza que, en estos personajes, estaban sus verdaderos cómplices, su verdadera tribuna, su más honesto público, los culpables incluso para seguir escribiendo; no exagero: quizá hasta los jueces -ellos que no le rinden cuentas a nadie- a quienes debían confirmar la consecuencia de sus actos.

Por eso, este libro, viene con una vitalidad que nos genera grandes expectativas: tiene a un devoto de la poesía impulsándolo, y reúne a un equipo de jóvenes, en su mejor momento, escribiéndolo. Son estas voces de EX PROFESSO las que aparecen para permanecer en todos los que tenemos en la escritura aquello que nos ayuda a vivir, a confiar todavía en una humanidad en peligro. Este EX PROFESSO viene cargado de honestidad, es el reflejo de las primeras emociones lanzadas con tinta sobre la página en blanco (o con la velocidad de unos dedos sobre el teclado); aquí está reunida esa etapa en la que aprendimos al fin a expresarnos con soltura, donde empezaron a tomar forma nuestros sueños, aquí está ese momento al que nos remitimos cuando tristes pretendemos esbozar una sonrisa.

Lo he dicho siempre: hay que aplaudir a estos jóvenes poetas, a estos que prefieren la soledad de un momento de escritura (o la compañía de un buen libro), contra el desgaste físico y mental que significa adoptar modas que se imponen incluso con el sonido, no puedo decirle música a algunos ritmos modernos. Escribir poesía es una actitud honesta, gracias a esa honestidad un poeta es un sujeto puro. Este, por lo tanto, es un libro de pureza, y la pureza nada tiene que ver con que un buen poema haya sido inspirado en el momento más triste o deplorable. La poesía y el poeta están más allá de esa dualidad sobre lo blanco y lo oscuro.

Sé que EX PROFESSO es una experiencia para la historia, el solo hecho de reunir espíritus puros es una apuesta que nunca tendrá edad, Amado Muñoz lo sabe, y lo saben, estoy seguro, los jóvenes que publicaron en las anteriores ediciones que el Fondo Editorial ESPEJO DE PAPEL nos ofrece con esa fe que se mantiene intachable en su misión de apostar por la literatura, a propósito de, es decir, EX PROFESSO.


Harold Alva Viale
Jesús María, 23 de noviembre de 2007