Madre
Eres de paz,
de dicha infinita...
Gracias por ser lo que tú eres;
un ángel,
una diosa,
mi diosa...
PARA TI
Hoy te vi radiante como siempre
tan buena como la expresión de la mañana,
tan dulce como el aire que sosiega mi angustia.
Si tus labios pronuncian mi nombre,
soy feliz,
si tus labios rozan mi afán,
me lleno de ternura
y mi paz inunda mi existencia.
Eres de luz,
de candidez temprana,
de pureza y agitación,
de espera,
de llanto,
de caricias,
de palpitantes recuerdos
que esta tarde se posan en mi pecho,
pero a pesar de todo...
nada de lo que acontezca
me impedirá seguir amándote.
REINA
Eres la reina de mi infinito cielo,
de mi luz eres su luz,
de mi paz su perpetua calma,
eres mi todo.
Te busco para amarte como antes,
te amo para quedarme en tu pecho
y ser parte de tus sueños,
y hacerte mía, mía.
Perdóname si hiero tus recuerdos,
perdóname si esparzo tu inocencia,
deja de preocuparte por mi dicha,
que soy feliz
teniéndote a mi lado.
Pase lo que pase,
te seguiré amando.