5 abr 2010

MARCOS BALLÓN AGUINAGA EN ESPEJO DE PAPEL

Siempre es grato, para todo amante de la poesía, leer lo que candorosamente dibujan las palabras que nacen de los mundos interiores de nuestros jóvenes poetas; vates como Marcos Ballón que siguen creyendo en la lengua viva y recurren a ella para manifestar un estado anímico, que llega hasta nosotros en forma de poesía y que su evocación complace nuestras almas.

En el mes del idioma de Cervantes, de Vallejo, de Neruda y de todos los usuarios de esta hermosa lengua, nos complace reiniciar las publicaciones de este cuadernillo literario que condesciende con cada uno de los que creen en este espacio como vehículo de su arte. Con este ejemplar damos inicio a una serie de publicaciones literarias que perdurarán mientras existan personas que pretendan compartir con los demás los frutos de sus plumas.

Si bien, como veremos a lo largo de los versos de esta entrega, hay cierta nostalgia impregnada en las palabras impresas de este manojo de poemas, el alma del poeta se reconforta al plasmarlas, porque ese fue su sentir, esas fueron sus experiencias y su manera peculiar de ver la vida en un momento concreto, para luego tornarlas en arte y presentarlas ante nuestros ojos, en forma de poesía.



VIAJANDO SOLO
He decido viajar solo
a ser el observador de felicidades ajenas;
navegar en mi barca hacia tu olvido
y tentado de volver hacia ti,
recuerdo tus vacías promesas,
que se precipitan en el crisol
de las desesperanzas y llanto.

Se ha rebelado mi libertad contra mi pasión
y el caos generado subleva a los recuerdos
que a punto de vencer cayeron
ante el blandir de la razón.

Confío en el tiempo que te empujara lejos de mí
Y transformará tu rostro en desconocido,
mis pasos raudos se apartarán de ti
el brillar del fulgor de tus ojos,
ahora caerá en el lodo
mis brazos ya no reclamarán que te perdí,
se abrirán a recibir el halito de lo soñado
porque por fin he decidido viajar solo.


FLORES MARCHITAS
Flores marchitas, que crecían con la lluvia
que caían del cielo de mis ojos,
poblaron mi desierto ya triste, y en la noche fría,
abrazo el recuerdo de esa triste canción
que se quedó conmigo y que resuena en el día
como en las noches.

El hervor de la sangre que se quemaba
con cada palabra que decías,
el temblor de mis manos pavorosas,
cómo lloraba mi abril al recordar a mi corazón cantor.

El pasado golpea mi presente, como la resaca
del mar embravecido, firme ante el oleaje;
inhalo las brisas de nostalgia y exhalo este poema que ataca
a mi tranquilidad falsa, porque al llenarme de coraje
confieso que no olvido, aquel amor que ya no destaca.


LO QUE NO SERÉ JAMÁS
Ser una brisa sutil,
la luna eterna
que asoma por tu ventana
a cantar con los amantes
y llorar con las soledades;
cantarte silente,
regalarte la aurora,
atrapar tu tristeza,
trocarla,
por la eterna esperanza
que siempre seré
el ave que trina agonizante,
que muere feliz,
porque posaste tus ojos en mí
y aunque el tiempo es cruel conmigo
reposaré mi sueño eterno en ti:
mi amada orquídea,
flor entre las flores.


HACIA EL OLVIDO
Se creó el abismo por tu mentira,
la mañana se vistió de luto
el aroma de las flores destilaba perfidia
el mar hecho un lodazal quedó;
los verdes campos,
de tu gris engaño se forraron,
se despojaron los árboles de sus hojas,
se enmudeció el trino de las aves,
por el bullicio de tu descaro…
y la eternidad decidió no llorar más
estando a punto de yacer,
mi último sueño quise tener
al cerrar los ojos la esperanza surgió
la negrura del cielo sesgó
y el destellar de la aurora volvió a resplandecer.

DI QUE NO ME AMAS
Di que no me amas,
no te muestres delicada
para verme sonreír,
no me acaricies el rostro
para volar hacia la felicidad negada.

Di que no me amas
para tenerme anclado a ti
di que me detestas para caer de la luna
a los cardos de la verdad.

Di que te molesta mi presencia
para borrarte del sueño
en el que te eternicé,
di todas las injurias posibles de mí
para ahogarme en el insondable mar del olvido,
di que me odias
para verter mi amor
al río de las desesperanza
y llorando ruego al cielo
escucharte decir que no me amas.


ATISBOS DE TI
Aún quedan atisbos de ti,
los siento en las noches de Luna
cuando su brillo ilumina mi silencio.

Aún quedan atisbos de ti,
cuando al pasear por el bosque
las flores cantan tu nombre
con su fragancia.

Aún quedan atisbos de ti
cuando me descubro
pensando en tus besos,
en las caricias
que se quedaron en el pasado,
aún quedan atisbos de ti,
cuando mis pasos sin rumbo van hacia tu calor
y mis suspiros encienden el fuego fatuo
del aquel amor que yace intranquilo.

Aún quedan atisbos de ti
que trato de borrar caminando
hacia lugares que no conozco
y esperando que no me esperen
con atisbos de ti.


DESEOS IRREALIZABLES
Deseo olvidarte con ahínco,
enterrarte bajo mil mentiras,
como el tiempo olvida la noche y el día.

Deseo exiliarte de mis sueños
y encadenarte en tus confusiones,
asesinas de mi amor
y creadoras de mi insomnio.

Deseo no escuchar tu voz
que me miente a diario
usando la máscara de la ternura,
enviarla al vacío donde no hará eco.

Deseo no haberte besado nunca
porque esos labios traidores
volará al mejor postor,
deseo se apure el tiempo en desgastar tu piel
para que mis manos dejen de extrañar
la tersura delicada de faz.

Deseo con toda la fuerza
que me confiera el dolor
que sabiendo que solo deseos son
dejar de existir yo
para que puedas existir tú.