skip to main |
skip to sidebar
Al final,
después de tantas horas de camino,
quedan junto a ti
solo aquellos que realmente te amaron.
Al final, no importan ya tus yerros
si los ojos del amor te iluminan,
pues el regreso a la senda se hace cierto.
Al final,
mientras un beso lata en tu alma,
volverán a ti tus alegrías vespertinas
y se posará en tus manos para siempre
la dicha de amar y ser amado.
Al final,
quedan junto a ti
solo aquellos que de verdad te amaron.
Tú, yo, la noche estrellada,
musita emociones a tu oído
mientras una nostalgia besa tu cuello
y mis falibles dedos recorren tus poros,
buscando tu dicha, que es mía.
La oscuridad gobierna la noche,
y mis caricias, sedientas de tu piel,
pueblan tu cuerpo infinito
con los halagos nacidos de mi alma,
que se posan, silentes, en tu pecho.
Mientras fenezco en un espasmo
que me transporta hasta tu cielo,
etérea madreselva que adoro,
revivo en ti la vida; soy de tu alma.