Al final,
después de tantas horas de camino,
quedan junto a ti
solo aquellos que realmente te amaron.
Al final, no importan ya tus yerros
si los ojos del amor te iluminan,
pues el regreso a la senda se hace cierto.
Al final,
mientras un beso lata en tu alma,
volverán a ti tus alegrías vespertinas
y se posará en tus manos para siempre
la dicha de amar y ser amado.
Al final,
quedan junto a ti
solo aquellos que de verdad te amaron.