29 abr 2020

A TU DELIRIO




Tu cuerpo ansioso de mi piel
y mis manos auscultando tus gemidos
cruzan la distancia y la memoria
y se posan asustadizos
en tu vientre de diosa sempiterna
que espera apacible mis palabras…

Mientras avanzo imaginariamente
sobre tus alas refulgentes
pulo mi imperfección en tu belleza
y halago con mi señal
en el rincón bendito de tu espera
tus deseos que son míos;
mientras la noche nos guarece
con su ropón de seda,
excluimos el pudor y la malicia
de nuestras manos impolutas
que habitan de gozo inadvertido
estas acostumbradas soledades
mientras nos llevan a la cima de la dicha.

Y el tiempo detiene en tus pómulos
sus segunderos recónditos
para no ceder a la expiación
mientras estamos fundidos en un beso.