3 may 2009

HAYLEN GUIDEL, EN ESPEJO DE PAPEL

POESÍA LIBRE DE
HAYLEN GUIDEL HONORES


TRÉMULO INTROITO

Sin recurrir a una versificación recargada de artilugios literarios, Haylen nos sorprende con la juventud de sus poemas, alcanza de manera tajante a los corazones de los que aún nos queda el hálito vital, para seguir fascinándonos ante una creación poética como ésta.

En los versos de nuestra joven poeta hay una concatenación casi natural, cargada de emoción y de imágenes sensoriales que fluyen ligeras, valiéndose del lenguaje cotidiano, que ella emplea con cierto dominio. El lenguaje de esta poesía trasciende con este acto creador.

Por cada uno de estos surcos poéticos discurren con sutileza e inocencia, imágenes inflamadas de ternura que suspiran ruborizadas como quien escribe estos versos, en una simbiosis inexplicable fuera del acto vital que implica el verbo amar. Difícil se torna entender esta poesía si la descontextualizamos de la intención primigenia de su autora: cantarle con las voces más tiernas de su alma, a la vida y al amor en su pureza originaria y divina.

Sin ninguna intención de arrogancia, considero que nuestra lírica tiene en Haylen una esperanza, porque hay en ella una nueva poesía, una manera de versar que encandilará a más de un lector de este cuadernillo que se honra con tamaña poesía.

Amado Muñoz Cuchca

FRÍO RUTINARIO

Quiero ser la dueña de tu mirada
sentir tu sombra cada tarde
derretirme al calor de tu contacto
quiero esperar tus labios una y mil veces.

Quiero mirar la prisa de tus madrugadas
verte sumergido en tu mundo urbano
escuchar tus historias cotidianas
quiero ver cuando te vence el cansancio.

Quiero tus excusas y cumplidos
explotar con la liberación de tus instintos
erizarme con la furia de tus voces
desgarrarme con tu pesaroso llanto.

Quiero el apoyo de tus francas manos
el abrigo de tus vertiginosos brazos
la ternura de tu escurridiza ingenuidad
quiero tu presencia aún con tu ausencia
porque vivo en esta ciudad.

EL SÉPTIMO MES
Quién es el que llega a mi vida
de forma lúgubre y casual
quién es el que me cautiva
y decepciona al mismo tiempo
a quién rechazo y deseo sin entender.

Quién es como el mar,
libre, contaminado, apacible y peligroso
¿Quién es él?

Quién es el que abrazo a plenitud
quién es el que logra desafiar mi esencia
a quien escucho y comprendo sin entender.

Quién es como el fuego,
altivamente e impetuoso,
luminoso y devastador.
¿Quién es él?

Quién es el que descubro
algunas tardes de invierno
quién es el que me sonríe
y me incita este verso
a quien quiero y anhelo sin entender
quién es como el viento,
necesario y audaz, fresco y contundente
¿Quién es él?


FURIA
La nieve de tu piel
el brillo de tus ojos
la suavidad de tu pelo
la textura de tus labios
y la esbeltez de tu cuerpo
redimen mi furor.

El aroma de tu cuello
la anchura de tu dorso
la claridad de tus salientes
la curva de tu espera
y la profundidad de tu ombligo
redimen mi furor.

La redondez de tu mirada
la mesura de tus noches
la virilidad de tu voz
la fuerza de tu aroma
y la belleza de tu género
redimen mi furor.

BLANCO
Todo es de color blanco,
las rosadas aureolas
apuntan al cielo;
sus montes claros
brillan con el agua,
las yemas dáctiles cual piedras de campamento
incendian la colina
y encorvan el horizonte
las derrumbadas torres de marfil
se separan
una nueva sensación
arrebata la vida
un nuevo lenguaje
se estrena en el ave
la palabra se turba y se embriaga
todo es de color blanco.


TRÉMULA
Temblando escucho su voz
escucho su voz y no miro sus ojos
no miro sus ojos porque me queman
me queman sus manos en la piel
y la piel continúa temblando.

Temblando siento el pecho caliente
su pecho caliente me quema el alma
me quema el alma su beso eterno
su beso eterno irradia mi boca
y mi boca continúa temblando.

Temblando abrazo su espalda bronceada
su espalda bronceada de pecas habanas
de pecas habanas también sus hombros
también sus hombros me cubren el cuerpo
y el cuerpo continúa temblando.

Temblando llega el dolor placentero
el dolor placentero en el tiempo largo
en el tiempo largo aparece la calma
aparece la calma que ignora el corazón
y el corazón continúa temblando.


LA SAMARITANA

Oculta y con vergüenza se dirigió al pozo
en horas improbables para la concurrencia
de pronto en el lugar un tipo buen mozo
le pide de beber sin la menor prudencia.

Curiosa y sorprendida le aclara la situación
más el hombre la cautiva
ofreciéndole agua vivaentusiasta y expectante
le pide con sumisiónpero al escuchar la condición
confiesa su verdad nociva.

Él sabe mucho de su vida
y nunca antes la vioella frena su conquista
pues no es un hombre cualquiera
descubriendo que era el Cristo,
su alma entera conmovió
jamás volverá a ser la misma,
de él hablará aunque no lo quiera.


MI FE
La certeza de lo que espero
la convicción de lo que no veo
la fuerza de todos mis sistemas
así es mi fe.

La puerta abierta del ropero
la semilla que alimenta a mi Dios
la enemiga de todas mis dudas
así es mi fe.

La marca que nació conmigo
la palabra tatuada en el centro de mi alma
la mirada de su rostro en mi lugar secreto
así es mi fe.