6 jul 2009

POESÍA LIBRE
WILBER VILLANUEVA ANCO
Lo que define a Wilber Villanueva, no es solo su humildad y su entrega por hacer bien las cosas, sino, sobre todo, su empeño por dejar precedentes culturales para que los que vienen detrás de él, caminen con cierta holgura.

Con su aporte poético, iniciamos meses atrás, la publicación de Ex Professo en nuestra universidad y hoy, nuevamente, nos complace entregar otro puñado de sus hermosos poemas.

Constantemente, vemos a Willy, motivando a los demás para que se arriesguen a publicar o para que lo sigan haciendo, sea directamente o a través de los acertados comentarios que envía a los blogs a los cuales se adhiere con sincera vocación de crítico y amigo.

Hablar de su poesía es siempre grato, su aporte literario está en pleno crecimiento. Wilber ya tiene ganado un espacio en nuestra literatura nacional. Su obra es vital y significativa, siempre está tratando de romper lo cotidiano, lo caduco, para ajustar su poesía a su sentir real y a las exigencias de su generación.

Dependerá de él seguir cultivándose, exigiéndose y dándose a conocer a través de sus publicaciones, nosotros estaremos siempre atentos para publicar lo que nos haga llegar, esa es nuestra misión, ese es nuestro compromiso con él y con su obra literaria.


INICIO DEL DESCENSO

Romper este mutismo
sin murmullos ni latidos
solo en delicados roces
con pétalos enfermos.

Lograr la luz
a pesar de la noche.

Esconder detrás de mis ojos
el mar que me desborda
y que a veces me ahoga.

Hoy quiero hacer de mis delirios
carnavales infinitos

Enredarme en tus cabellos
y no desfallecer en el intento.

He pecado, ya lo sé,
pero busco redimirme en tu mirada y
quebrar de una vez por todas,
este miedo
el maldito miedo que me abriga

Y que a veces,
solo a veces
me aleja de ti.


HABLO DE TI

Hablo de ti
de lo que callo.

De las veces
que me quedo quieto
y espero.

Observándote
tan distante.

Hablo de ti
cuando estás
cuando no estás.

Cuando me busco desesperadamente
tratando de encontrarme
en tu mirada,
en tus ojos esquivos.

Y hablo de ti,
de mí,
de esta distancia,
de esta extraña sensación
de muda nostalgia,
en tu presencia
en tu no presencia.


HÉLICE

Verde azul
el mar, amar
en tus ojos hambrientos
de la sal de mi cuerpo.

Surge el albur en los extramuros del cielo
y son las luces las que nos rozan
como hélices,
las que me devuelven la alegría
hipnotizando la arena
esparcida en mi memoria
y en todo alrededor.

Amor, el mar, amar
hoy seremos esa arena oculta de la orilla
bajo un cielo incontenible
de sombras infinitas, luminosas
que giran y giran creando la brisa
creando la vida
desde nuestros corazones.


MATAZ

Dices más y te mueves
lentamente a mi alrededor
sin voz.

Tu sonrisa se me ofrece
como fruta fresca
que sacia mi apetito.

Y me atisba la locura
de amarte sin razón.

Creo en ti como un niño dócil,
pon tu herida en mi herida
sumergida, sumergido.

Para que no duela esta vida
debo hallarte corazón,
debo hallarte
a cada instante
y revivirte
en cada suspiro,
vivir en tu interior;
desconocer el tiempo despiadado
que me odia,
que odia nuestra suerte.

Crees más de lo que digo
a pesar de mi silencio
a pesar de este silencio.


RICTUS

Átame
como si se te fuera la vida en ello
con tus dedos alargados
crea nudos que jamás desataré.

Borra toda oscuridad
y ciégame
de a pocos.

Seremos solo uno.

Un amasijo de carne palpitante
que arderá
indefectiblemente.

Por todos los rincones asquerosos
de esta
tristísima ciudad.


PRESAGIO

Este silencio absoluto
es para ti
la oscuridad y mis caricias.

No necesito decir más.

Aun cuando puedas estar
presagiando
vanamente
la desaparición de mí fe.

En nuestras miradas
quedará este deleite desnudo
que la madrugada serena
sabrá reflejar en tu sonrisa.

Al amanecer.

Abrazarás mi silencio
y sabré callar
enjugarás mis lágrimas
y ya solo en tus brazos
sabré olvidar.


EL ETERNO RETORNO

Algo habita
bajo tus dedos,
ilumina mi sendero
como un fuego frío
que consume por dentro.

Refléjame
en la más profunda oscuridad.

Una vez más.

Siénteme
desde la penumbra de tu espacio olvidado.

En perversa soledad.

Llenaré tus vacíos
aquellos que alguna vez creíste olvidar.

Sin penas ni remordimientos
llegaré a ti,
preso de todos mis miedos.

Para refugiarme
otra vez en tu herida,
saciarme en tu piel,
recordando las promesas
que algún día olvidé.


SALITRE

Me es imposible volcar la humedad
el delirio o la angustia más insignificante,
que asoma tímidamente
mientras duerme
el insecto voraz que nos habita.

A veces nos cuesta volver,
de la mirada interior
y sabernos totalmente ilesos.

Escuchar el gemido más enfermo
y revolvernos
amargamente sobre él.

Imposible no odiar
el espasmo eterno de vivir
amargamente entre demonios.

Surge la herida, una vez más
y la sangre no la cubre, no la oculta.

Es imposible volcar toda esta humedad.

Demasiado mar
que nos inunda cada vez más
sin sentir
el más mínimo de los remordimientos.


ORACIÓN

Cansado de soñar
le he cedido al cielo
mis fuerzas
y ahora
debería viajar
vagando
entre nubes
sin rumbos
ni destinos
dejando
que el viento
y la casualidad
me lleven
finalmente
a tus brazos.


ESTACIÓN

Arden las ramas
de un otoño que se fue,
quebró el silencio
el tiempo perdido de mis pasos
junto a él me he visto morir
con heridas ajenas
a mis espaldas
creyéndolas mías.

Mas, pronto llegará
la luz profunda de los días
amanecerá tan pronto
para iluminar nuevas miserias
más hojas secas bajo mis pies
con su sonido espantoso
quebrando el asfalto.

Me ocultaré,
me cobijaré
bajo mi armadura
mi piel curtida
que todo lo soporta
y volveré al ser
a caminar torpemente
bajo esta nueva estación
cruda y procelosa.