Yo le puse de pretexto
a la Luna,
para hablarte de
amor,
para cantarle a tu
vida…
Puse de excusa un
desamor
para contarte mis
angustias
y ser feliz a nuestro
modo.
Y la Luna silente y
lejana como tú
no detuvo su órbita
celeste
y me dejó
contemplando el infinito...
Y me he quedado
aquí
mirando el
horizonte
imaginando tus
palabra.