25 ago 2015

RENACER


Llevaste mi soledad
mis horas de ardor y mis recuerdos
entre tus extremidades de seda
entre tus ropajes multicolores
entre tu piel de musa
y tus pupilas dilatadas por la dicha
hacia un lugar prohibido
para mis pensamientos.

Te llevaste todo de mí
y me quedé impuro
sin el matiz de tu sonrisa
sin la luz de tus palabras
sin la esperanza del mañana
que habíamos soñado,
sé que el mundo recién inicia
y mis manos pretéritas
deben fabricar mi aurora,
mi ocaso, 
mi historia;
mi vida misma
o sucumbir en el intento…