16 dic 2015

ENTREGA


    Belleza singular de otro tiempo
    mis impías manos aman tu cuerpo
    con la piedad de un santo,
    mientras respiro tu hermosura
    rosa inmemorial, dulzura en vilo,
    me pongo a hilvanar mi existencia
    y siento que recorren por mis venas
    las yemas de tus dedos misteriosos.