PERDIDA
El día te conocí,
ese día te perdí.
Hermosas promesas
que tú dibujaste con palabras;
aquella vez pronunciaste
alegrías para mi pena.
Y ahora vuelvo sola,
al solitario lugar
donde tú me dejaste.
¡Hermosos recuerdos
me quedan todavía!
Y ahora que vuelvo,
sólo recuerdo una cosa
la que me dijiste antes de
marcharte:
“Nunca te olvidaré”...
RECUERDOS
Los recuerdos más
hermosos,
no se olvidan fácilmente;
los guardo en mi corazón...
Los recuerdos
pavorosos,
se olvidan cuando amanece.
Pero los que nunca se olvidan,
son aquellos que se
guardan en el corazón
junto a tu hermoso nombre.
LA PÉRDIDA DE MI LUZ
Mi luz se perdió,
mi luz se me fue.
Sé que ya no volverá,
sé que ya no regresará.
Esa lucecita mía,
se acaba de extinguir
irremediablemente.
¡Me dijiste que no me dejarías!
Que estaríamos juntos
para siempre.
Pero no lo hiciste...
Lucecita mía
¿Por qué no volviste más?
MI AMIGA SOLEDAD
No tengo a nadie,
todos se fueron
me dejaron sola,
otra vez...
¡Sola otra vez!
Aquella vez prometiste
nunca más dejarme,
pero lo hiciste,
otra vez.
Ahora nuevamente,
tú sola te quedaste
aquí conmigo;
tú sola me acompañaste;
tú sola me apoyaste;
tú fuiste mi única amiga,
mi única gran amiga “Soledad”.
ALGO MÁS
¿Por qué? cada vez
que te veo,
siento algo que no sé
explicar;
¿Qué será?
Tengo miedo saber.
Yo sé que sólo me miras,
como a alguien más,
pero no sabes
que yo te quiero como nadie.
A veces pienso
si algún día me verás
como soy ahora
trasparente y pura
distinta a las demás.
AMOR INEXISTENTE
Todos tienen amores,
que no duran para siempre,
amores pasajeros;
sólo de paso.
Pero eso a mí
no me preocupa,
poseo un amor inexistente.
Amor
que posee ojos
como la misma noche:
uno negro y
el otro azul.
Cuando él sale
la luna alumbra su camino,
cuando él está triste
la luna opaca su destino.
Quizás ese amor existe;
quizás...
Quizás ya lo conozca;
quizás...
Y quizás lo haya tratado ya...
Pero sé una única cosa:
mi amor siempre será
aquella tentación inexistente.
REGRESO
Regreso al lugar,
de donde salí,
regreso al lugar
de donde nunca debí emerger.
Ahora que regreso,
tú me recibes
con los brazos abiertos
y la risa en tus mejillas.
Me muestras
a otras;
que también sufrieron
lo mismo que nosotras.
Ahora nunca nos sentiremos solas;
siempre estaremos juntas,
ahora sé
que nunca me iré de este lugar
de donde nunca debí salir.
