Óleo de Fanny Palacios Izquierdo (Perú) |
Ay, Fidel, me llagan tus heridas,
me ensordece el impacto aterrador
del estampido que apagó tu existencia.
Me arrastra el dolor de tus deudos
a este manojo de versos lacrimosos,
como los frutos de tu ser
pisoteados con botas y metrallas.
Y me duele, Fidel, hondamente
el dolor soberano de tu injusta muerte.
Cómo laceran mis sueños tus quejidos,
las huellas de los borceguís asesinos
que estallan en mi rostro en el tuyo
y dejo una oración resbalar de mi impotencia
esperando que la sorda justicia
oiga el grito mudo de tu apagada voz.