Hubo una vez un hombre
que al sentir en sus labios
la dulzura de tus besos
fue feliz…
Hubo una vez un hombre
que al amarte fue real,
y al perder la senda de tus besos
padeció mil penurias.
Pregúntale a mi ayer,
yo soy ese hombre;
y aguardo aún
en mis ensueños
saborear, y morir en paz,
el agua tibia de tus besos...