Solo sé que tu silencio
me condena al olvido
y mi voz entrecortada
se sume en su angustia.
Ven a mis brazos por favor,
ven cuando vengas
no dejes que mi calma desfallezca
en pos de tus latidos, vida mía.
Hay latidos en el alma, que buscan cantarle a la vida a través del grito poético; estos versos libres esperan llegar al alma, porque es de ahí de donde fluyen. Y a pesar de su simpleza estructural y estilística esperan llegar a tus sentidos. Estos versos de la emoción nacen como gratitud y eterna contemplación a mi amada esposa....