No me place mirar
cómo mueren al sollas rosas de tus manos,
candorosa y excelsa
piel de mis sueños.
Te veo translúcida
clemente, maternal,
y sangran mis horas
sabiendo que no soy
lo que tú sueñas.
Hay latidos en el alma, que buscan cantarle a la vida a través del grito poético; estos versos libres esperan llegar al alma, porque es de ahí de donde fluyen. Y a pesar de su simpleza estructural y estilística esperan llegar a tus sentidos. Estos versos de la emoción nacen como gratitud y eterna contemplación a mi amada esposa....