5 jul 2014

AHOGO

Mi alma demanda de tu espacio,
de tu silencio,
de tu voz,
de tu cuerpo indeleble,
de la ternura de tus dedos.

Necesito de tus besos diariamente,
del cariño de tus brazos,
de ese rictus maternal
que me incita a la vida.

Qué sería de mi risa sin tu risa,
de esta alegría si no fuese tuya,
del latir de mi horizonte
sin no estarías conmigo…

Y qué sería de mí
si nuestro andar entrecruzado
hubiese desoído al destino;
qué sería de mí…
con solo imaginarlo
me lleno de nostalgias.