12 jul 2014

SANTOS INOCENTES













Hijos del mundo
que apilados yacen,
víctimas de algún Herodes
en el suelo que no es suyo
ni de nadie,
si fueses mío (hijo de mis entrañas)
no sé qué hondo dolor
taladraría mi existencia:
solo imaginarlo traspasa mi quietud
y un llanto amargo invade mis latidos.

Hijos del mundo
sin terruño ni abolengo,
con los ojos entreabiertos
y oraciones inconclusas
que nadie oyó
por el ruido de las balas,
alguien derruyó tus sueños,
y dejó tus juegos truncos.

Pido perdón en nombre del cobarde
que hizo estallar tu paz
y mutiló tu inocencia.