16 jul 2014

EQUIDAD

Bagua, no creas que olvidé
el zumbido de las balas 
ni la sangre que teñía tus ríos,
ni la injuria que masacró tus sueños.

A un quinquenio de llantos,
de suspiros y de esperas,
no te vayas justicia;
ven y besa este suelo olvidado,
quédate y habita de una vez
en esta gente que gritó su silencio
y su voz fue acallada con infamias…

Es sorda la justicia para el pobre,
lejana, dolorosa e  improbable,
es solo una palabra malsonante,
es rabia,
es utopía,
es desconfianza…

Mientras, pasa la vida
y la muerte nos acoge.

Justicia es, patria, la que esperas
con tu cruz a cuestas
padeciendo mil azotes,
esperando ese milagro,
pese a que tu sufrir
te enseñó con cruel rudeza
que para ti
los milagros no existen.

¿Quién mañana alzará su voz
para exigir nuestra heredad
(y descanso para nuestros muertos)
cuando el yugo opresor
nos suma en la injusticia?

Mientras, pasa la vida
y la muerte nos acoge.